
Uno de sus entrevistados, Laura Ripani, especialista líder en mercados laborales del Banco Interamericano de Desarrollo, señala que la formación continua -pero transversal- es casi una obligación para enfrentar los cambios constantes del mundo del empleo. A medida que avanzaba en la lectura del texto recordaba la eterna preocupación de muchos padres e hijos, cuando estos últimos salen del colegio y desean saber que les convendría estudiar o qué tan rápido podrían ingresar al mundo laboral y obtener un buen salario.
También pensaba en los académicos y empresarios unos asegurando que los jóvenes salen de las carreras técnicas o profesionales con el conocimiento y la preparación adecuada para enfrentar el mundo empresarial y los otros seguros que aún no poseen las habilidades necesarias para ayudar a transformar y aportar en la innovación empresarial.

A propósito, el articulo menciona que cinco países latinoamericanos están en el top 10 del ranking de la consultora Manpower (empresa internacional con experiencia en la gestión de capital y talento humano) sobre escasez de talentos: Perú, Colombia, Argentina, Brazil y Panamá, a lo cual la señora Laura Ripani subraya que "no se trata de que la región no tenga gente capacitada. La hay, pero no en lo que piden las empresas y eso afecta la productividad y hace que crezca el desempleo y la informalidad”. Todavía existe una brecha entre las habilidades que el sector productivo demanda y las que encuentra.
Otra de las personas consultadas, el señor Martín Poncio coincide en que "hay que olvidarse de la idea de que un título garantiza un trabajo. En cinco años, no es la competencia, sino el universo el que pasa por encima [del empleado]. Ya no hay un “que” sobre el cual formarse. Más bien hay que capacitarse en el uso de diversas herramientas y aprender a desaprender". Hay dos aspectos que el entrevistado
Poncio califica como fundamentales a la hora de formarse. Uno es el relacionado con la tecnología, que se debe conocer muy bien tanto de manera personal como empresarial. El otro aspecto es el tema social y humano, puesto que para el experto es ineludible leer sensibilidades y forjar una comunicación fluida con los colaboradores. Y termina diciendo: “Esta no es una habilidad que se venda, sino que viene con años de formación y de trabajo”.
Dos conclusiones me dejo el artículo que quisiera compartirles. La primera, que debemos incentivar a los jóvenes a estudiar carreras afines a la tecnología, pues nuestro sector tiene cada día un déficit de profesionales más amplio, a pesar del gran potencial de crecimiento que el empresariado, gobierno y entidades extranjeras han detectado, lo que indica que hay una gran oportunidad de desarrollo profesional y empresarial. La segunda, que si queremos continuar avanzando en nuestras carreras profesionales hay que trazarse un plan y formarnos continuamente para que como dicen coloquialmente: “el tren nunca nos deje”.