En todo el mundo, los ataques contra las instituciones financieras son cada vez más frecuentes y sofisticados. Según la encuesta anual de PWC en 2014, el 49% de los encuestados en el sector financiero afirmaron haber sido victimas de crímenes. Pero aunque generalmente son los ataques a grandes bancos los que ocupan los titulares de periódicos, los bancos regionales, cooperativas, puntos de giros y transferencias, y los diferentes proveedores de servicios, como quienes se encargan de procesar pagos con tarjetas de crédito, también están expuestos a los mismos riesgos.