Muchas organizaciones pueden estar en esa dinámica por largos periodos de tiempo, así que es muy probable que los cambios no controlados den lugar a riesgos de seguridad, errores en diseño y gestión.
En una fase de revisión y análisis de controles perimetrales se puede asegurar un correcto desempeño de los cambios, bajo un marco de cumplimiento de normas de la industria, así como de políticas internas e identificación y corrección de posibles violaciones.
Posteriormente se generan informes de auditoría que certifican ese cumplimiento (frente a normas de regulación como PCI-DSS, SOX o incluso políticas internas) al tiempo que proporciona a los administradores y a los equipos de seguridad la información necesaria para comprender y gestionar su postura de manera más adecuada y que puedan establecer una línea base ajustada en función de un análisis de riesgo y de mejores prácticas.