Entendiendo que las empresas no cuentan con personal calificado o con las habilidades específicas para mitigar las vulnerabilidades, resulta necesaria la adopción de un servicio que les permita de forma proactiva, ágil y eficiente mitigar los diversos riesgos encontrados.
La gestión continua de vulnerabilidades funciona de acuerdo con una estrategia que se basa en:
Con esta estrategia se busca proporcionar una detección temprana y una gestión adecuada de amenazas de seguridad, desde el momento de su descubrimiento, favoreciendo su rápida mitigación y de esta forma reduciendo el tiempo de exposición. También se reducen costos en inversión de hardware o software evitando los gastos de mantenimiento sobre el mismo.
[VER: Ciclo continuo de la gestión de vulnerabilidades]
Este tipo de soluciones está pensada para organizaciones que quieren mejorar la continuidad del negocio y no pueden afrontar el coste de los recursos dedicados para una evaluación continua de la seguridad de sus sistemas. De esta manera buscan focalizar sus recursos en otras tareas o actividades de prioridad para la compañía.
Entendiendo esto, el análisis de vulnerabilidades convencional pierde relevancia al volverse un procedimiento que permite la visibilidad más no una gestión de vulnerabilidades real, dejando a las compañías en terribles encrucijadas, sin dolientes o personal que se pueda dedicar a la mitigación de los hallazgos y convirtiéndolo en un dolor de cabeza al pasar el tiempo, y ser requerido otro análisis para terminar encontrando los mismos hallazgos iniciales.