En nuestro anterior blog “Zero Trust: redefiniendo la estrategia de ciberseguridad” pusimos sobre la mesa algunas buenas prácticas usadas para definir la estrategia de ciberseguridad a nivel organizacional, destacando el modelo Zero Trust, el cual propone eliminar la idea de una red confiable dentro de un entorno corporativo y que las empresas creen microperímetros de control alrededor de sus datos y activos sensibles, obteniendo así visibilidad sobre el uso de estos. Sin embargo, la adopción de este modelo requiere de tiempo, recursos y esfuerzos significativos, lo cual demanda que se planee y analice cuidadosamente su desarrollo, definiendo metas a partir de las necesidades organizacionales y su arquitectura actual.