Cada vez es más difícil recopilar millones de datos que generan los dispositivos sensibles a una dirección IP y más aún, cuando la tarea principal es el análisis y detección temprana de amenazas.
Aquí es donde encontramos herramientas muy potentes como el SIEM (Security Information and Event Management).
Pero, ¿qué características debe tener un SIEM que aporte a la estrategia de seguridad de una organización?
Un SIEM basa su funcionalidad en toda la información generada por los dispositivos de red, teniendo la capacidad de detectar rápidamente, responder y neutralizar las amenazas informáticas y cuyo objetivo principal es dar una mayor visibilidad a los incidentes de seguridad.
Su integración con otras tecnologías como SOAR (Security Orchestration Automation and Response), una herramienta de workflow muy sofisticada con reglas de detección automática que permiten responder a los incidentes de forma más inteligente y rápida y, por tanto, fortalecer la línea de defensa- y UEBA (User and Entity Behavior Analytics), muy útil para el rastreo de detección de patrones de comportamiento de usuarios, que ayuda a detectar posibles atacantes, -hace de SIEM una herramienta robusta para la gestión de eventos e incidentes de seguridad.
¿Qué hace de SIEM una tecnología indispensable?
Dentro de las características de un SIEM, se encuentran la capacidad de gestionar y recolectar la información de forma centralizada, analizar, normalizar, correlacionar y alertar, la cual permite la monitorización en tiempo real de eventos, con notificaciones e información de seguridad, que permite conocer en tiempo real si existe un ataque o está sucediendo algo inusual.
Adicionalmente, utilizando tecnologías de Big Data e inteligencia artificial, permite tener control, agilidad, velocidad y ante todo, la capacidad de predicción para enfrentar nuevos retos a los que estamos expuestos.